sábado, 19 de noviembre de 2011

Barromán.

El boca a boca llevó a que "el lugar de Juan Román" derivase al actual topónimo de Barromán.
Madoz ("Diccionario Geográfico...", pag. 129) describía la localidad, a mediados del pasado siglo, de la siguiente manera:
"Sito en un valle que participa algo de barranco con despejada atmósfera y horizonte muy largo por todas partes; goza de clima templado; le baten los aires Sur y Este y se padecen fiebres nerviosas y viliosas. Tiene 90 casas de un sólo piso, excepto una de dos. Sus calles son irregulares, sucias y sin empedrar; hay casa de concejo, cárcel, escuela de primera. Iglesia dedicada a la Asunción de Nuestra Señora y en las afueras una ermita titulada de la Veracruz y en sus inmediaciones el cementerio. El Zapardiel costea el pueblo al Oeste, habiendo allí un puente de madera. Se cría caza menor y pesca de peces, truchas, y anguilas.
297 almas. 71 vecinos."


Torre de Nuestra Señora de la Asunción.
Nuestra Señora de la Asunción.
Este templo es uno de los más originales del mudéjar abulense, estilo al que corresponde su potente ábside que tiene aspecto de torre militar y que oculta una cabecera triple, hoy sacristía.
La singularidad de esta cabecera reside en la organización de un ábside interior formado por un grueso muro construido con cal y canto macizo encintado con verdugadas de ladrillo, que más parece una torre militar, sobre la que se dispone un cuerpo de campanas. Este ábside semicircular oculta en su interior una cabecera triabsidial que puede relacionarse con La Lugareja , en el lugar de una sacristía posiblemente construida en el siglo XVI tras el retablo del altar mayor.
Los tres ábsides se forman por un tramo recto alargado y uno curvo en el que se articulan arquerías dobladas de ladrillo, rematándose con un friso de esquinillas y en los laterales por cuatro frisos en los que se alternan esquinillas y sardineles, de modo similar a Pedro Rodríguez.
Triple ábside.


Desconocemos en qué momento y por qué razones se procedió a forrar el triple ábside con este potente muro construido con cajones de mampostería encintada. Sobre este cuerpo militar que recuerda la antigua denominación de la iglesia, Santa María del Castillo, se alzó el campanario en época posterior.





Interior.
En el siglo XVI se procedería a la renovación del
edificio, reedificándose sus tres naves que tienen una anchura similar y están separadas por dos amplios formeros que apean en columnas toscanas. La nave central es algo más elevada y todo el cuerpo de la iglesia se cierra con bóvedas baídas realizadas en el siglo XVIII. Cuenta con dos capillas de planta cuadrangular cubiertas con cúpulas de media naranja con yeserías barrocas, la meridional está bajo la advocación de San Francisco y tiene dos retablos barrocos y la septentrional está dedicada a la Virgen del Carmen. A los pies se sitúa el coro.
Portada con triple arco de granito.


La portada occidental o de Santa Catalina es de granito, se organiza mediante un triple arco de medio punto sobre el que se dispone un entablamento del que parte otro amplio arco ciego que cobija una hornacina, que podemos relacionar con obras que se realizan en Ávila hacia 1540.
Cúpula.



















Textos: Jorge Díaz de la Torre en "Un reino de ladrillo y adobe" y de María Isabel López Fernández en "La arquitectura mudéjar en la Ávila".

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