sábado, 19 de noviembre de 2011

Madrigal de las Altas Torres.

Seguramente sorprenderá al forastero encontrar en paraje tan recóndito un pueblo tan bonito y con tanto pasado histórico por no hablar de su propio topónimo que ya de por si irradia lirismo. Por aquí han pasado reyes, caballeros y no tan nobles y las decisiones políticas tomadas en el Palacio Real de la localidad cambiaron el rumbo de la Península Ibérica en diferentes momentos del Medioevo. Sin duda alguna el peso de la Historia se palpa en Madrigal...
La mejor forma de conocer la villa es ir paseando en torno a su muralla y recorrer todas sus callejas empedradas. Nosotros tan sólo enumeraremos aquellos lugares de imprescindible visita. En verano se realizan visitas guiadas a los principales monumentos. El resto del año, lo mejor es dirigirse al Ayuntamiento y allí nos darán cumplida información.
Muralla:
2.360 metros de longitud tiene este recinto amurallado que se aproxima en su forma al círculo. Tanto el tipo de estructura como la propia imagen que proporciona el conjunto tiene más de árabe que de cristiano. No se conserva en su totalidad pero sí grandes tramos, veintitrés torreones y las cuatro puertas de acceso. Cada una de éstas se orienta hacia un punto cardinal al igual que las de muchas ciudades musulmanas.
Acerca de su datación existen varias teorías. Lo cierto es que las primeras noticias documentales se retrotraen a principios del S.XIV aunque la muralla ya podía existir un siglo antes.
Iglesia de Santa María del Castillo:
Situada en una pequeña loma, debe su nombre a la fortificación que debió existir allí antes de la construcción del templo como prueban los restos de cimientos existentes en los alrededores.
La cabecera románico-mudéjar cuenta con un doble ábside cada uno decorado de forma diferente. El ábside mayor con una serie de tres arcadas dobles superpuestas mientras que, por encima, está coronado con un friso "en esquinilla". El lateral se ornamenta con dos bandas de arcos y una superior de recuadros. Resulta curiosa la prolongación de la decoración al tramo recto del presbiterio ya que en éste los arcos son de diferentes dimensiones.
El interior del edificio se ha visto sustancialmente remodelado. Gracias a una reciente reforma apareció una serie de pinturas murales de época gótica reproduciendo diversas escenas bíblicas. De esta misma época es el Cristo exento que encontramos suspendido en el arco de separación entre ábside y presbiterio.
Iglesia de San Nicolás:
Es difícil de precisar si impresiona más su campanario de casi cincuenta metros de altura, su cabecera románica-mudéjar o el rico patrimonio que alberga. En realidad es todo el conjunto lo que proporciona tal impresión.La cabecera es doble a pesar de que la iglesia cuenta con tres naves. Esto se debe a que una de las naves culmina con un testero plano. El ábside central cuenta con tres pisos superpuestos de arcadas dobles y otro superior de recuadros.

El lateral se ornamenta con dos bandas de arcos dobles y ciegos y cada una se apoya sobre un friso de ladrillos "en esquinilla".
El artesonado de la nave central resulta excepcional tanto por su talla y mexcolanza de motivos decorativos como por sus gigantescas dimensiones. Se divide en dos tramos diferenciados por un arco también de madera que recibe una profusa decoración.
En los laterales del edificio se localizan diversas capillas. En la Capilla Dorada (construida por el mecenazgo de Pedro de Ribera en 1543) encontramos la pila en que fue bautizada la reina Isabel la Católica, nacida en Madrigal. En la estancia contígua se expone una serie de objetos artísticos de diversa índole pero innegable interés: retales de telas mudéjares, pinturas góticas, esculturas exentas, etc...
El retablo de la Capilla Mayor es barroco, del S.XVIII y aparece flanqueado por dos retablos escultóricos del S.XVI elaborados en alabastro. Son los mausoleos de Gonzalo Guiral y Ruy de González y su esposa, unas obras de primer orden en las que destaca el carácter retratístico de los semblantes de las figuras.
Además de una serie de retablos distribuidos por toda la iglesia, cabe citar la sillería mudéjar policromada del S.XV.
Palacio de Juan II o Convento de Nuestra Señora de Gracia:
Este gran edificio presenta un buen estado general gracias a sucesivas restauraciones.
Aunque se presume que ya existiese en el S.XIII, la mayor parte de lo conservado hoy día corresponde al S.XV. Su historia particular es asombrosa por la importancia de los personajes que pasaron alguna temporada en el que fuera originariamente palacio real. Al igual de lo que sucedió con el Palacio Real de Arévalo, hoy desaparecido, la monarquía donó el edificio a una orden monástica que en la actualidad sigue ocupándolo. Por ello, y al tratarse de un convento de clausura, en nuestra visita estaremos acompañados por una religiosa que hará las labores de guía.
La fachada principal aparece flanqueada por dos pequeñas torres cuadradas y la portada está formada por un arco apuntado enmarcado por alfiz. En el resto del aspecto exterior se observa la superposición de volúmenes edilicios, producto de una evolución propia.
Pasamos e enumerar algunos de los atractivos con los que cuenta en su interior:
Claustro renacentista de principios del S.XV.
Salón de Cortes donde se conservan manuscritos de la reina Isabel la Católica.
Salón de Embajadores, actual refectorio(comedor).
Alcoba real donde vio la luz Isabel en 1451.
Iglesia conventual con tallas escultóricas como la Virgen del Mar del S,XV, el Mausoleo de Isabel de Barcelós en alabastro o la talla de San Agustín de Juan de Juni.
Hospital de la Purísima Concepción:
Este monumental hospital fundado en 1443 mantuvo su función sanitaria hasta el S.XX. El edificio se organiza en dos plantas que, al exterior, tiene en cada fachada un tratamiento diferente: en una de ellas, la denominada "el corredor del solano", los dos pisos cuentan con dos series de nueve columnas de granito con escudos de Castilla y León en sus capiteles. La otra fachada, orientada hacia el Sureste, tiene una balaustrada de madera en la parte superior mientras que la baja se encuentra tapiada y decorada con arcadas ciegas, todo ello en ladrillo.
Se repite este ritmo de dos pisos en el interior, en este caso, en forma de galerías que dan a un patio central.
Hoy en día el Hospital alberga, entre otras dependencias municipales, el Museo de Tata Vasco, un religioso natural de Madrigal que llegó a ser obispo de la provincia mejicana de Michoacan y que se caracterizó por su defensa a ultranza de los derechos de los indios y se está instalando en él un Centro de Interpretación de la Naturaleza de la Estepa Castellana.
La iglesia del Hospital ha sido considerablemente reformada. El Retablo Mayor es del S.XVIII pero la obra más emblemática que encontramos en este templo es el Cristo de las Injurias, gótico y que goza de gran veneración entre la población local.
Convento Agustino de Extramuros: 
Los restos de este convento se ubican a las afueras del pueblo, en
las inmediaciones del camino de Rasueros. Se trata de un edificio del S.XVI y fue en aquella época cuando se consolidó como un centro cultural de primera magnitud al reunirse en el mismo estudiosos de las más dispares disciplinas. Después una serie de acontecimientos  sumirá a la institución en una profunda crisis y la Desamortización de Mendizábal no será sino la puntilla de un largo declive que llega hasta la actualidad.
Se conserva el claustro interior formado por dos pisos de galerías con arcadas de piedra y parte de la iglesia habiendo desaparecido las torres laterales de la fachada.
Entre los edificios nobiliarios que podemos ir descubriendo en nuestro paseo por la villa, destaca el Arco de Piedra, una portada en piedra del que fuera Palacio de Justicia de estilo renacentista.

Textos: "La Moraña y Tierra de Arévalo" publicado por Asodema.

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