sábado, 18 de febrero de 2012

Fuente el Sauz

Fuente el Sauz
Las posesiones eclesiásticas en este municipio fueron numerosas desde antiguo. Incluso se conserva el testamento (año 1.197) de Martín Miguel, deán de Ávila, que asegura que la aldea de Fuentelsauz es de su propiedad. En este municipio nació Alonso Suárez de la Fuente del Sauce, obispo de Mondoñedo (1493), Lugo (1494-1500) y Jaén (1500-1520).

Madoz describe así Fuente el Sauz en el Siglo XIX: "En terreno llano, le combaten todos los vientos y su clima es propenso a fiebres intermitentes. Tiene 46 casas de regular distribución; una plaza, sus calles sin empedrar; casa del ayuntamiento en la que está la cárcel, un palacio con su torre, propiedad del señor conde de Adanero, escuela de instrucción primaria común a ambos sexos bajo la dirección de un maestro dotado con 330 reales y 14 fanegas de trigo, una fuente de buenas aguas de la que se utilizan sus vecinos para sus usos y los de los ganados, una iglesia parroquial de la Asunción y el cementerio en un paraje que no ofende la salud pública"

Arquitectura popular:




Iglesia de la Asunción.
Iglesia de la Asunción:
La iglesia parroquial, declarada monumento histórico-artístico en 1.983. Su cabecera mudéjar pasa desapecibida por las edificaciones que se fueron superponiendo en distintas etapas. En el lado meridional se añadió hacia 1500 la llamada capilla del Marquesito, fundación del obispo de Jaén, Alonso Suárez; su cimborrio hexagonal y la sacristía al norte dificultan aún más la visión de éste ábside que se forma con un tramo recto al que se adosaron dos capillas, quedando sólo visible al exterior el tramo curvo articulado con un triple registro de arquerías ciegas dobladas sobre el que se dispone un ático, aunque éste es de menores dimensiones que los que vemos en otros templos, y precedido por una hilada de ladrillos a sardinel.


Cimborrio octogonal.
Hilada de ladrillos a sardinel que
preceden al pequeño ático.
Tramo curvo del ábside.

Este recrecimiento, según Gutierrez Robledo, puede estar en relación con las reformas llevadas a cabo en el templo, por lo que no es posible determinar con exactitud si originariamente esta cabecera contó con un ático similar al de edificios anteriores. Detrás del altar barroco se conserva el ábside mudéjar con sus arquerías. Todo el cuerpo de naves debe corresponder al primer momento constructivo.
Arquitectónicamente destaca la reforma barroca de 1766 realizada por Segundo Cecilia y su hijo, que cubre la nave central con yeserías barrocas que se construyeron sin eliminar la anterior cubierta de madera. Gracias a ello ha llegado hasta nosotros la fantástica armadura. Ésta permanece aún sobre las yeserías y según Fernández Shaw tiene dos zonas bien diferenciadas, una, con almizate con lazo de ocho y otra con pares y nudillo con una rica policromía. La primera parte sería del S.XV y la segunda del S.XVI. Accediendo por la escalera del campanario podemos contemplarlo en parte aunque su ubicación es muy "delicada". Fue restaurado en 1989.

Resto de la armadura reutilizada
bajo el coro.
Restos de la armadura en un cuarto
bajo las escaleras a la torre.
Quedan además algunos restos reutilizados como cubierta de las dependencias situadas a los pies del templo y en una escalera que se encuentra en éstas, fragmentos que por su decoración pueden corresponder a la primitiva armadura y que se reemplazarían por otras nuevas cuando se llevó a cabo la reforma citada.



La torre-campanario: de gran volúmen y cuya uniformidad sólo es rota por los dobles ventanales abiertos en cada uno de sus flancos, aparece ligeramente desviada del eje longitudinal de la iglesia y se levanta en el hastial occidental, es lisa de ladrillo y en el cuerpo superior se abren vanos semicirculares, aparece rematada por un barandal del mismo material, y por su fábrica puede fecharse en el S.XVI.

Remate por un barandal.
Torre en el hastial occidental.
Vanos semicirculares en el cuerpo
superior.

La Iglesia es de tres naves separadas por formeros ligeramente apuntados que apean sobre pilares de ladrillo, tanto la estructura del cuerpo de la iglesia como los formeros que las separan parecen indicar un primer momento constructivo, que se vería alterado por las distintas reformas llevadas a cabo en el templo, especialmente en el S.XVIII.


Naves en las que destaca la reforma barroca realizada en 1766 por Segundo Cecilia. Los arcos ligeramente
apuntados parecen indicar que forman parte de la primera fase de la construcción de estilo mudéjar.

Esta iglesia destaca especialmente por su rico patrimonio artístico. En primer lugar, citamos su retablo Mayor de estilo churrigueresco y del cual existen referencias documentales acerca de su construcción. Así sabemos que fue realizado por Felipe Sánchez, maestro tallista y por el escultor Juan Antonio, vecinos ambos de Arévalo y que efectuaron este trabajo en torno a 1.725. Si bien las calles laterales no presentan decoración, la central cuenta con una talla de la Virgen sedente con el Niño desnudo que juega con un canastillo de fruta. El pie sobre el que asienta la imagen corresponde a la estructura misma del retablo por lo que cabe pensar que se realizó con la intención expresa de situar allí la escultura. Se fecha en el S.XVI siendo atribuida a Juan Rodríguez, un artista al que nos venimos refiriendo repetidas veces a lo largo de nuestras visitas ya que trabajó bastante en esta zona. Parrado del Olmo relaciona este trabajo escultórico con las imágenes del retablo del Monasterio de Gracia de Ávila.

La Asunción
Virgen sedente con el Niño.
Retablo Mayor.


La capilla del Marquesito:  situada en el flanco derecho de la iglesia, es una obra de arte en sí misma. De por sí, las dos rejas que la delimitan tienen una preciosa labor de forja. Ambas son semejantes pero la que da a la zona del altar presenta los dorados de forma horizontal, mientras que la otra se articula en torno a un arco. En la primera de ellas, de mayores dimensiones, encontramos seis ángeles, dos de los cuales sujetan un escudo que corresponde al mecenas que costeó la construcción de la capilla, el obispo de Jaén Alonso Suárez (muerto en 1.520). Resultan curiosos otros dos de éstos ángeles tocados por un gorro.

Ángel tocado por un gorro.
Reja articulada en torno a un arco.
Reja con dorados.

La capilla es de planta cuadrada, se cierra con una bóveda de crucería decorada con escudos, florones y otros motivos renacentistas y tiene una ventana con finas columnas góticas.

Bóveda de crucería.
Escudo de los dos existentes.
Altar en la capilla.

Azulejos en el suelo.
Detalle de un azulejo en el suelo.
Escaleras decoradas
con azulejos.
Retablo gótico.
El elemento principal de esta capilla es el retablo gótico, el mejor conservado de ésta época en la comarca. Se divide en cinco calles y cinco pisos. Cuenta con pequeñas imágenes de santos en los extremos mientras que en la calle central se disponen tallas, de abajo a arriba, de La Piedad, Cristo atado a la Columna y un Calvario. A los lados hay diez tablas pintadas al temple referidas a la Pasión de Cristo. Respecto a la autoría, Gómez Moreno indicaba que debía ser de un maestro cercano a Juan de Borgoña y se basaba para ello en la ingenuidad de las figuras, en el acabado de miniatura que se daba a las imágenes, en el plegado de los paños, en el tratamiento que reciben los paisajes y lo relacionaba con las tablas de este pintor en el retablo de la Catedral de Ávila. Con esta posible atribución a Borgoña, señalaba también la posibilidad de que la parte escultórica debía ser obra de Copín de Holanda, por la similitud de algunos elementos con el retablo de la capilla Mayor de la Catedral de Toledo.

Detalles del retablo atribuido a un maestro cercano a Juan de Borgoña: 

La Verónica.
Jesús con la Verónica.
Calvario.
Santo entierro.
Juicio de Herodes.
Cristo atado a la columna.

Oración del Huerto.
Prendimiento.
Aparición a la Magdalena.
Descendimiento.














Ascensión.
Última cena.
Virgen con Cristo yacente.


Detalle de San Juan dormido en la Última Cena.

Hay otros dos retablos situados en la nave izquierda, uno con una Dolorosa del S.XVIII como imagen central, y otro presidido por una escultura de la Inmaculada, de parecida cronología. También en esta nave podemos ver un Cristo gótico del S.XIII colocado en un retablo de datación posterior.

Retablo con Cristo gótico.
Retablo de la Inmaculada.
Retablo de la Dolorosa.

Teniendo en cuenta el patrimonio existente en esta iglesia, la consideramos uno de los templos más emblemáticos de la comarca. Su importancia histórica-artística debería materializarse en las correspondientes ayudas para su mantenimiento.


Torre del Palacio de Alonso Suárez:
El noble que subvencionó la construcción de la Capilla del Marquesito, edificó un palacio para su residencia. Era un edificio del S.XV, gótico-mudéjar, que se mantuvo en pie hasta principios del S.XX y del que tan sólo resta una torre desmochada con entrada de arco apuntado en alto. De "las ventanas de caprichosas formas" que vio Gómez Moreno, sólo se conserva una con forma de arco conopial. Debió de tratarse de un palacio fortaleza.




Rollo: En la plaza aún se conserva una parte del fuste del que fuera el rollo existente en la localidad. De sus cuatro desaparecidas argollas, se colgaba a los delincuentes que habían sido penados con tal castigo.

Rollo.

Textos: profesor Gutierrez Robledo en "Sobre el mudéjar en la provincia de Ávila"; María Isabel López Fernández en "La arquitectura mudéjar en Ávila" y Jorge M. Díaz de la Torre en "Un reino de adobe y ladrillo"

Más fotos: