domingo, 26 de febrero de 2012

Blasconuño de Matacabras

Plaza de Blasconuño de Matacabras.
Blascomuño de Matacabras está situado en el extremo septentrional de la provincia de Ávila, lindando con la de Valladolid. Es posible que su cercanía a Madrigal de las Altas Torres, sea el motivo del continuo descenso de la población de esta localidad. Blasconuño es, con 19 vecinos, el municipio más pequeño de la provincia de Ávila. En invierno sólo una docena de ellos permanece en el pueblo.
Así describe Madoz Blasconuño en el S.XIX: "En terreno llano, le combaten todos los vientos y su clima produce fiebres intermitentes. Tiene 20 casas de un solo piso y mala distribución interior; una plaza de figura irregular; sus calles sin empedrar son intransitables en invierno; hay una escuela de instrucción primaria común a ambos sexos; una fuente de agua potable y una iglesia parroquial (San Martín) servida por un párroco; el cementerio se haya en paraje que no ofende la salud pública. Población: 14 vecinos, 77 almas."
Junto al pueblo, en el mapa, aparece señalada una laguna grande llamada de La Pesquera que en invierno solía helarse y los niños cruzaban de lado a lado colocando maderas y tablas.

Arquitectura popular:




Iglesia de San Martín.
Iglesia de San Martín:
La iglesia de San Martín de esta localidad se divide en tres naves aunque en su estructura primigenia tan sólo contaba con una. El ábside de esta nave más antigua es una construcción románico-mudéjar que presenta una decoración al exterior de arquerías dobles ciegas que parten desde un zócalo situado en la base que ha sido recientemente enfoscado burdamente con cemento. Carece de ornamentación y de ático. La imagen de esta cabecera se ha visto alterada sustancialmente por la progresiva superposición de dependencias como la torre campanario de planta rectangular. El presbiterio está cubierto al interior por una cúpula apoyada sobre pechinas. Esta solución arquitectónica, que en la zona tiene su ejemplo cumbre en La Lugareja, resulta más frecuente en el foco mudéjar de Toro (Zamora).

Superposición de dependencias
en la cabecera.
Ábside mudéjar enfoscado
recientemente con cemento.
Cúpula sobre pechinas.





Si la zona descrita puede datarse del S.XII, la que fuera portada de acceso principal al templo es más tardía, del S.XIII-XIV. Ésta se localiza en el muro Norte estando hoy día tapiada. La portada está conformada por un arco moldurado con varias arquivoltas apuntadas, enmarcado todo ello por un alfiz y rematado en su parte superior por un friso  "en sardinel" y otro" en esquinilla". En el arco intermedio quedan los restos de yeserías policromadas en rojo, azul y blanco con un motivo geométrico encadenado que aporta un gran valor cromático y que nos recuerda la terminación que debieron recibir muchas de estas portadas.

Yeserías policromadas.
Portada Norte al interior del templo.
Portada Norte.
La torre se sitúa en el lado Sur de la cabecera, su planta es rectangular, algo inusual en las torres de La Moraña, y debió levantarse en el S.XVI. Está construida en ladrillo, presenta tres cuerpos diferenciados, el inferior es macizo y se separa del de las campanas por medio de una cornisa en nacela. En este segundo cuerpo, se abren alargados vanos formados por arcos de medio punto doblados, de gran esbeltez. Su planta rectangular determina la existencia de un solo hueco en los lados menores y dos en los mayores. Una cornisa en nacela sirve de remate. Sobre él se dispone una tercera estructura, también horadada por ventanas semicirculares, dos en los sectores menores y tres en los mayores.

Cuerpo inferior.
Detalle torre.
Cabecera y cuerpo de la torre desde el Norte.


Interior de la torre.
Segundo cuerpo con arcos
de medio punto.
Remate en nacela del segundo
cuerpo y tercer cuerpo
de la torre.

Cornisa en nacela después del
primer cuerpo.
Vanos de las campanas.











En el S.XVI se realizan una serie de obras en el interior de las naves, que creemos que más que una ampliación como indican algunos autores, consistió en la separación de las mismas mediante formeros, en una operación similar a la que se había realizado en otros templos, pero que aquí presenta una original estructura, pues son dos arcos de desigual trazado, uno de gran amplitud y otro menor, posiblemente el mayor responda a una intervención posterior en la que se procedería a la unificación de dos formeros de igual traza y luz que el más estrecho, ya que éste presenta una traza similar a la del arco toral de la capilla mayor. La sacristía situada en el flanco Norte debió añadirse en el S.XVII siendo su cubierta de bóveda de cañón.

Arco toral.
Arcos más pequeños.
Nave central.
El retablo Mayor, dedicado a San Martín, se divide en tres calles por medio de columnas salomónicas. En los laterales se sitúan las tallas de San Francisco y San Miguel Arcángel. Todo ello se fecharía en el primer tercio del S.XVII.

Columnas salomónicas.
Retablo Mayor.
San Francisco y San Miguel.




Repartidos por el templo hay otros retablos de semejante cronología pero de menores dimensiones. Pieza singular es un retablo de yeso que puede fecharse en el S.XVI por su estructura arquitectónica formada por columnas jónicas que enmarcan un arco de medio punto, que sostienen un entablamiento de lenguaje renaciente. Cabe destacar por último, los relieves procedentes de un retablo que estaban reutilizados en una reja, asimismo reutilizados ahora en un retablo situado en la nave izquierda: en uno de ellos aparecen representados Santa Lucía y María Magdalena y, en otro, Santa Catalina y Santa Bárbara. Algunos historiadores los fechan en el S.XVII mientras que otros los retrotraen al S.XVI.

Santa Lucía y María Magdalena.
Santa Catalina y Santa Bárbara.
Retablo de Yeso.
Textos: Juan Carlos López de su alocución semanal en Radioadaja "Lecciones de historia" del 25/01/12 ; Jorge Díaz de la Torre en " Un reino de ladrillo y adobe" y María Isabel López Fernández en "La arquitectura mudéjar en la provincia de Ávila".

Más fotos: