domingo, 17 de junio de 2012

Nava de Arévalo

Nava de Arévalo-

  Se ha tratado ampliamente el origen del topónimo "Nava". Algunas teorías han hipotizado sobre si se hace alusión con el mismo accidente geográfico con forma de casco de barco invertido. Últimamente gana adeptos la hipótesis que mantiene que con tal topónimo se denominaba a "un lugar llano con algunas lomas aisladas". Esto coincidiría con la localización de muchas poblaciones que encabezan su nombre con "nava", especialmente numerosas en la Sierra de Ávila.



  Iglesia de San Pedro.
 La estructura románica de la iglesia de Nava de Arévalo quedó totalmente desfigurada por la profunda remodelación a la que se vio sometida la edificación en el S.XVI, momento en el que se construirían las naves así como la espadaña que sirve de campanario.

Iglesia parroquial dedicada a San Pedro.

 Apenas han quedado testimonios de su primitiva fábrica mudéjar. A este momento correspondería la edificación de sus dos naves, que se separan por un único formero de gran luz, posiblemente la potente espadaña que se dispone en el hastial y el pórtico meridional, estructurado con cinco arcos de ladrillo que apean en columnas de tradición clásica y aparecen encuadrados por un alfiz. El encalado de las enjutas de esta arquería le otorga un gran valor cromático. Ésta última destaca por su empaque frente al estilizado pórtico del ala Sur, con columnas de granito y arquerías de ladrillo visto. Este soportal recuerda al existente en la parroquia de Pajares de Adaja. En los capiteles sobre los que se apoya el arco central, vemos dos escudos en los que se representan las llaves de San Pedro como motivos centrales, que se explican por la advocación de la parroquia a este santo.

Escudo con las llaves.
Escudo con las llaves.
Pórtico donde vemos las enjutas encaladas y los arcos
rematados en alfiz.


  El vano de acceso al interior cuenta con una portada en arco de medio punto, apoyado sobre jambas de piedra. De excelente forja son los clavos y bisagras de la puerta de entrada.


Detalle puerta.
Puerta de acceso.
Detalle alguaza de forja.

  A la nave central de la iglesia se le adosa una lateral de menores dimensiones que, seguramente, tendría proyectada su corresponsiente equivalencia en el flanco derecho pero que nunca se llegó a construir. Ambas naves se cubren con armadura de madera de par y nudillo excepto en las cabeceras ya que en el S.XVIII se  sustituye la primitiva cubierta por las actuales bóvedas de yeso.

Vista del interior de la nave hacia la
tribuna.
Armadura de par y nudillo.
Naves desde la tribuna.

  De su interior destaca la tribuna por su talla, una labor de filigrana elegantísima y en excelente estado de conservación. Esta tribuna se extiende por ambas naves, dividida en dos tramos y apoyada en soportes triangulares, en realidad dos alfarjes planos de vigas y jaldetas sobre estribado. Presenta un gran parecido con el sotocoro de Pedro Rodríguez, tanto por su ornamentacion como por su estructura. Puede fecharse en la primera mitad del S.XVI.


Tribuna de la nave central.
Tribuna en el lado de la nave lateral.
Soporte triangular.

 El retablo Mayor data de los primeros años del S.XVIII aunque la imagen que lo preside, San pedro, remontaría su cronología al S.XVI. Ello podría indicar que se trata de una talla superviviente del retablo preexistente al igual que lo sería la figura de Cristo resucitado y la talla de San Roque. Completa el conjunto en altorrelieve de la Asunción que, éste sí, es contemporáneo a la construcción del retablo.

Altorrelieve de la Asunción.
Figura de San Pedro del S.XVI.
Retablo mayor.

Textos:
Jorge Díaz de la Torre en "Un reino de ladrillo y adobe" y María Isabel López Fernández en "La arquitectura mudéjar en Ávila".

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