domingo, 20 de mayo de 2012

Lomoviejo


Lomoviejo
  De los pueblos segregados en 1.863 que correspondían a la Tierra de Arévalo  Rágama  fue para Salamanca, para Segovia fueron diez y para Valladolid nueve pueblos, que son: Fuente el Sol, Honcalada, Honquilana, Lomoviejo, Muriel, Olmedillas, Salvador de Zapardiel, San Llorente y San Pablo de la Moraleja.
  El pueblo de Lomoviejo pertenecía al Sexmo de Aldeas de la Villa y Tierra de Arévalo. La formaban 76 aldeas. Entre los lugares repoblados por Alfonso VI, antes o después de la conquista de Toledo en el año 1.085, se menciona la puebla de Arévalo, al lado de Cuellar, Coca, Íscar, Olmedo, Medina del Campo, Segovia, Ávila y Salamanca.
  Situado en llano, salvo algunas ondulaciones de la llanura y varias hectáreas de pinares, el terreno es algo arenoso, de regular calidad; en tiempo, fertilizado en parte por el riachuelo Zapardiel, hoy día seco y árido. Comprende también algunos prados naturales que se destinan al pasto del ganado lanar.
  Tiene Lomoviejo lugares preciosos en plena Naturaleza, aunque ya no son ni sombra de lo que eran.
En las afueras hay unos lavajos o balsas esteparias. Actualmente sólo tienen agua cuando las lluvias son abundantes. Raro es el pueblo de la meseta en el que no existen, parece como si ingenieros antediluvianos las hubieran proyectado precisamente para levantar el pueblo ¿cómo si no dar de beber al ganado? Allí acudían los cazadores con escopetas a cazar patos silvestres y palomas torcaces. El algunos lavajos había tencas, unos peces parecidos a las truchas pero de carne más blanca. Estos lavajos también eran el lugar preferido por las cigüeñas en busca de comida para sus crías, no era raro ver varias de ellas por los alrededores formando un paisaje precioso, cual si de una estampa se tratara.


Muestra de la arquitectura popular.
Labajo de Pozanco, hoy seco.
Labajo a las afueras de Lomoviejo.

  Lomoviejo cuenta con dos plazas y otra plazuela pequeña. Éstas son: Plaza Mayor, La Corredera y Pilatos. La Plaza Mayor es grande y está bien cuidada. En ella se encuentra la iglesia parroquial, el Ayuntamiento y las escuelas.


Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción:
   De finales del S.XV a principios del S.XVII, con sensación especial del herreriano de ladrillo; pórtico bueno sobre cinco columnas y arquería isabelina, con lo muy típico de tener bolas, digamos de ladrillo.
  El pórtico está enlosado por numerosas lápidas sepulcrales que en su día formaron el suelo de la iglesia. Su gran torre cuadrada parece anterior. Lo más raro, y pocos ejemplares existen así, es estar orientada hacia poniente, mientras que de ordinario todas ellas llevan el ábside al naciente. Al lado del atrio hay una panera, que si no es la vieja iglesia con su viejo alfiz.


Capitel en el pórtico.
Capitel en el pórtico.
Pórtico renacentista.


Ventana cegada con alfiz
de la panera del primitivo
templo.
Portada de acceso con
tres arquivoltas.
Cruz del Via Crucis con
bolas.
Nuestra Señora de la
Asunción.


  A los pies del edificio, de cronología imprecisa, se conserva el primitivo ábside gótico-mudéjar con pinturas y yeserías del siglo XVI. Torre a los pies, de un cuerpo, de ladrillo y cajones de mampostería.Bajo la torre hay una capilla y en ella una vieja pila románica para bautizar; la que usan ahora está fuera.
 Muy buen altar en cuadros de medios relieves y figuras exentas, todo del S.XVI-XVII. El ábside tiene artesonado que nos recuerda al Palacio de la Alfajería zaragozana en su estilo.



Yeserías con adornos
de lazo.
Ábside mudéjar.
Altar policromado en
el muro Norte del ábside.
Detalle del muro Sur del
ábside
Detalle del ábside mudéjar bajo la torre, las yeserías del S.XV-XVI.


  En el crucero tiene una cúpula sobre pechinas y toda su cruz abovedada en el transepto. El retablo mayor original de la iglesia de Lomoviejo es de talla dorada y policromada, llena casi por completo el testero de la nave. Su traza es clásica. Fue obra de Nazario de la Vega, maestro escultor vecino de Segovia, tal como se deduce de la documentación del Archivo Diocesano de Ávila, a cuya Diócesis perteneció Lomoviejo hasta las reformas modernas, que ajustaron los límites diocesanos con las demarcaciones provinciales.

Nave de la iglesia parroquial de Lomoviejo fotografiada desde el coro. Podemos ver las yeserías barrocas que la cubren.

  El retablo es de la primera época barroca, que todavía mantiene el influjo renacentista con estructura sencilla, todo muy sobrio. Tiene banco, dos cuerpos y ático. Está dividido en cinco calles decrecientes. La central tiene cajas. Las inmediatas dos; y las situadas en los extremos, una. Los ángulos originados por los diferentes anchos de los cuerpos unidos al frontón triangular, dan al retablo forma de flecha. Presidiendo el retablo, en la calle central, sobre el tabernáculo va la imagen de Nuestra Señora de la Asunción, rodeada de ángeles, titular de la parroquia. En el ático, en la hornacina que sirve de coronamiento está el Calvario y en las cajas laterales, San Pedro y San Pablo.

Retablo Barroco, obra de Nazario de la Vega.

Calvario.

La Presentación en el
Templo. Sobre le relieve
la escultura de Eva.
Jesús ante los Doctores.
Sobre el relieve una escultura
de Adán.
Virgen de la Asunción.


San Pablo.
San Pedro.
La Adoración de los
Pastores.
La Adoración de los
Reyes.

  En el banco están cuatro doctores de la Iglesia, tal vez representando los cuatro evangelistas y los Santos Juanes. En las cajas de  las calles hay relieves que representan, la Adoración de los pastores y la Presentación en el templo, en el lado del Evangelio, y la Epifanía o Adoración de los Reyes y a Jesús ante los Doctores en el lado de la Epístola. En los arbotantes superiores están las figuras de Adán y Eva. En el año 1.802 se hicieron cambios en la pintura del retablo quitando las pinturas y dorados, las formas y las imagenes no se tocaron pero el aspecto es diferente.

Banco con relieves de los cuatro
doctores de la Iglesia.
Banco con relieves de los cuatro
doctores de la Iglesia.
Figuras en el banco del retablo.


  El el muro de la Epístola, frente a la entrada, hay una pequeña capilla donde recibe culto el Cristo de los Pelos, llamado también de San Benito. Es una talla de trazos recios y color de tierra. Data del S.XVII y está rimbado de hechos milagrosos. El estilo de la capilla es barroco; había una arqueta mudéjar, muy buena del S.XIV, con buena pintura de Cristo en el Sepulcro.
  El coro o tribuna cuenta con un órgano de fuelle. Es un órgano fabuloso. Nadie sabe de que año data, siempre lo han conocido en la iglesia.


Retablo del Nazareno.
Órgano de fuelle.
Capilla del Cristo de San Benito.





  Hay cinco altares, tres con la imagen de la virgen, bajo la advocación de nombres distintos. En uno de ellos de talla dorada, esta la imagen de Nuestra Señora del Rosario, patrona de Lomoviejo, a la que se tiene devoción muy especial. Además está la Dolorosa, la Purísima, la Virgen del Carmen, de Fátima y María Auxiliadora. En los otros altares, el Nazareno y el Sagrado Corazón de Jesús.




  También contaba Lomoviejo con una ermita. La dedicada al Cristo de San Benito. Era una iglesia pequeñita y bien cuidada. Está pegando al pueblo, hacia el suroeste. Al pasar el Cristo de San Benito a la capilla que construyeron en la iglesia parroquial, pusieron en su lugar en la ermita otro Cristo, que siempre se ha conocido como el Cristo de la Ermita. Todos los viernes del año se limpiaba la ermita y se encendía una lámpara de aceite que lucía todo el día. Así año tras año. Esta tradición tan bonita y emotiva se ha perdido. En el año 1.968 se vendió la ermita y hoy está convertida en cuadra de vacas, pero aún conserva su estructura interior y exterior. Se encuentra junto a la antigua fuente de agua potable que surtía al pueblo de ésta.

Fuente de agua potable que se usó
en el pueblo.
Pila románica.
La ermita del Cristo de San Benito.


Textos: Ámparo Sánchez en "Lomoviejo o la identidad de un pueblo".

Más fotos: